En el ámbito inmobiliario, la Due Diligence es esencial antes de cerrar una transacción de compra, venta o inversión. Se trata de un proceso de investigación exhaustiva que permite verificar la situación legal de una propiedad, asegurando que no existen problemas que puedan comprometer la operación.
¿Qué implica la Due Diligence Jurídica?
- Verificación de que el vendedor es el propietario legítimo y de que la propiedad está libre de cargas, embargos, hipotecas u otros gravámenes que puedan afectar la operación.
- Revisión de licencias, permisos y cumplimiento de normativas urbanísticas. Es clave confirmar que la propiedad tiene licencia de primera ocupación y que no existen infracciones urbanísticas ni futuros planes que afecten su uso.
- Verificación de que no existen deudas fiscales como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) o plusvalías municipales que puedan complicar la transacción.
-Comprobación de que la propiedad no tiene deudas con la comunidad de propietarios. Además, revisión de los estatutos para conocer normas, posibles derramas o reformas en el edificio.
-Si la propiedad está alquilada, es crucial revisar los contratos de arrendamiento y los derechos de los inquilinos.
-Identificación de litigios o reclamaciones judiciales en curso que puedan afectar la propiedad.
¿Por qué es fundamental la Due Diligence Jurídica?
Realizar esta investigación reduce riesgos, aporta transparencia a la negociación y asegura que la transacción sea legalmente segura. Es recomendable que un abogado especializado en derecho inmobiliario lleve a cabo este proceso, proporcionando un informe detallado sobre los posibles riesgos y medidas a tomar, para evitar problemas futuros y garantizar una inversión segura.